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 sobre mi:  

En la página principal ya me he presentado, por lo que me voy a centrar en hablar de lo que me gusta: el periodismo. 

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Cuando terminé el Bachillerato, estaba muy perdida, como todos mis compañeros, pero mientras que ellos se preguntaban qué carrera escoger, yo pensaba qué no debía estudiar.

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Me explico, mentiría si dijera que desde que era niña quería dedicarme a esto. También si dijera que no, porque siempre, siempre, siempre, lo he tenido en mente. Podríamos decir que era el denominador común, año tras año, a la maraña de profesiones que se me ocurrían:

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- Mamá, quiero ser psicóloga o periodista. 

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- Papá, quiero ser chef o periodista. 

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- Mamá, quiero ser actriz o periodista.

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Cantante, bióloga, fisioterapeuta, policía.... Ni ciencias, ni letras, ni arte. Nada, no me decidía en absoluto. Pero el periodismo siempre estaba por ahí, porque me gustaba ya escribir entonces. 

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Como decía, esto en Bachiller no cambió, tanto es así que marqué Periodismo y Comunicación Audiovisual como primera opción, pero derecho como segunda, ingenieria del software como tercera... En fin, algo increible. 

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Finalmente el destino quiso que me cogieran en periodismo y de verdad que no me arrepiento porque con el tiempo he descubierto lo que me pasaba. No quería decidirme, porque no quería dejar de aprender otras cosas. Escoger una cosa implica renunciar a otra, incluso hay un término económico para esto (sin tener ni idea de economía, pues hice un bachillerato de ciencias, cuando lo escuché por primera vez vi que esa palabreja, coste marginal, llevaba marcándome mucho tiempo). 

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Yo nunca he querido renunciar a aprender, mi ideal (algo "platónico", todo hay que decirlo) sería llegar a ser la eterna estudiante. Y tuve suerte, porque finalmente, el destino, si es que existe, me llevó al periodismo. Y entonces me di cuenta de que había elegido bien, que el periodismo me enseña cosas cada día... 

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Gracias a mi (todavía) corta carrera he aprendido que ningún trabajo periodístico te deja indiferente. Además, me encanta hablar, comunicarme. Así es como mejor aprendo. Me gusta el trato personal, cada fuente es una oportunidad para conocer un punto de vista que no concebías, una experiencia que nunca imaginabas y lo que más me gusta, para insuflar vida a unas situaciones que muchas veces se describen de manera fría. Aprender de la realidad viviéndola y no leyéndola, o estudiándola. El periodismo me ha permitido renunciar tranquilamente a las demás opciones. 

 

Me siento muy orgullosa de mi profesión por dos cosas. La primera es que será la vida, y mi futuro profesional el que decida lo que voy a aprender, porque aunque estudiasen juntos, y terminasen en el mismo medio e incluso en la misma sección, dos periodistas no aprenderían lo mismo. Incluso ante las mismas noticias eligirían puntos de vista diferentes, fuentes de otro tipo o incluso documentos de distinta procedencia que darían un resultado totalmente distinto. Esto es emocionante, y esto, no lo tienen otras profesiones. 

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Lo segundo que me enorgullece es que me permite compartir todo esto con otras personas, lo que yo aprenda puede servir para que otros también lo hagan. Un ingeniero puede conocer a la perfección cómo desarrollar un programa, pero explicarlo nunca será tan placentero para el que le escucha como puede ser leer un buen texto periodístico. 

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Como se puede ver, ganas no me faltan, pasión por lo que hago tampoco; pero soy consciente de que me queda mucho, muchísimo por hacer. Aún así, me embarco en el proyecto de este blog para ver cómo progreso y para mostrarlo. En un principio he hecho cosas más sencillas, análisis y textos más académicos y menos periodísticos. Ya en cuarto de carrera he comenzado a publicar artículos míos, los primeros (de muchos, espero). 

Me he permitido la licencia, al hablar de mi de usar un tono más literario, más ficcional para contar por qué hago esto y cómo ha sido mi vida hasta ahora. Prometo que ni una coma del resto de textos de esta página será edulcorada gratuitamente, no así ha sido mi manera de contar mi vocación. ¿Qué clase de periodista sería si relato uno tras otro, como un papagayo, mis propósitos? En la segunda coma, hasta mi madre (en este momento mi mayor fan)  hubiera dejado de leer.

 

Y como buena futura periodista, citaré al más grande: Gabriel García Márquez. Gabo nos enseñó que "la vida no es como uno la vivió, sino como uno la recuerda y cómo la recuerda para contarla", y así es como la recuerdo y la cuento yo; y en este caso también como la proyecto.Si    

 

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